En Chelmno, los deportados tomaban un baño antes de trabajar. Después se les introducía en camiones especiales, preparados para que el monóxido de carbono. Cuando ya no se oía ningún grito, los camiones se dirigian a un bosque cercano donde los cadáveres eran arrojados en grandes fosas. Más tarde se construyeron las cámaras de gas fijas y los hornos crematorios.
Para su funcionamiento se utilizó el gas ZyklonB, mucho más eficaz. Cuando el exterminio fue masivo, se perfeccionaron las instalaciones. En Treblinka, , se inauguraron nuevas cámaras y hornos capaces de eliminar 5.000 cadáveres en 24 horas. Las víctimas se les quitaban todas sus pertenencias. . Tras la liberación de Auschwitz se encontraron siete toneladas de cabellos humanos en los almacenes del campo.
Se murieron alrededor de cinco millones novecientos treinta y cuatro mil judíos, de ellos, tres millones eran polacos, novecientos mil ucranianos, cuatrocientos cincuenta mil húngaros, trescientos mil rumanos y doscientos diez mil alemanes y austríacos. Desde el final de la guerra, sólo unos treinta cinco mil han sido juzgados y condenados por ello. Además de los judíos, gentes de todas las etnias, grupos sociales, nacionalidades y credos religiosos y políticos sufrieron en silencio la degradación y la muerte: gitanos, homosexuales, miembros de la Resistencia francesa, soldados rusos, republicanos españoles, políticos comunistas y sacerdotes católicos....
